jueves, 21 de agosto de 2008


Danza del Venado
Una de las danzas representativas del Estado de Sonora, y que ha caracterizado a nuestra región a través de los años, es la Danza del Venado, llamada también Mazoyiwua. Cuantas veces hemos tenido la oportunidad de observar en algún evento cívico, bailables escolares, desfiles, ferias, eventos culturales, etc., la representación de la Danza del Venado, donde seguramente te has preguntado, ¿cuál es su significado, el porqué de su atuendo y sus movimientos?.

Nosotros al igual que tú nos preguntamos lo mismo, y he aquí los resultados de nuestra investigación: Se trata de una Danza Indígena, la cual se le atribuye a la Cultura Yaqui, a los que podemos encontrar en el Sur del Estado de Sonora.

La indumentaria del venado consiste en un calzón o pantalón, un rebozo que les cubre la frente y la espalda, este se sostiene con un cinturón del que caen pezuñas de venado; en las pantorrillas se enrollan hilos de capullos secos de mariposa que le dan un sonido peculiar a los movimientos de los pies descalzos, podemos observar que en las manos portan dos sonajas de dulce, con las que marcan el ritmo, el danzante se cubre la cabeza con un trapo blanco y coloca, sobre éste, una cabeza disecada de venado, adornada con cintas.

El individuo que la ejecuta ha de representar a un venado al grado de casi convertirse en dicho animal. En cuanto a los instrumentos que son utilizados en esta danza, se encuentran: La "baa-wehai" o bueja (tambor de agua), es un recipiente grande de barro o de madera, esta se queda fija en el asiento, y es llenada de agua hasta el borde, en esa agua se coloca una jícara que flote, ésta tiene un pequeño orificio para sujetarla con un cordón, y así poder controlarla fácilmente con la mano izquierda, sin que flote a la deriva. La jícara se puede percutir por la parte convexa por medio de un pequeño trozo de madera, cubierto de una hoja seca de maíz, que se sujeta con un cordón de ixtle, llamado "baa jiponia" y se toma con la mano derecha.

También están los "hirúkiam" o frotadores hechos de varas de Brasil con algunas ranuras (una es delgada y larga y la otra es lisa y más pequeña), para frotarlos hay que poner una jícara con el corte hacia la tierra que funcionará como caja acústica, y sobre el lado convexo, se coloca uno de los extremos de la vara larga ranurada, mientras que en el otro extremo se sujeta con la mano izquierda y con la mano derecha se hace el frotamiento con la vara pequeña lisa a manera de güiro, produciendo un sonido parecido a la respiración agitada del Venado.

Son dos músicos de "hirúkiam", el primer músico domina los cantos primitivos y los entona en dialecto yaqui. Los instrumentos del danzante, producen sonidos con sabor a tierra, agua y aire, ya que son completamente silvestres y naturales, que impactan profundamente a los espectadores.

La Danza comienza con la música que toca la flauta de carrizo y un tambor, entonces aparece el venado con el sonido de las sonajas, su actitud es imitativa a los movimientos del animal, es entonces cuando inicia una batalla, donde el venado fulminado por la flecha inicia una lucha con la muerte, aunque le faltan las fuerzas y se desvanece, se levanta trémulo, en ese momento se escucha el tambor que representa los latidos del corazón del Venado, este se levanta tembloroso y se niega a morir, siente fuertes sacudidas en su cuerpo, y es donde empiezan los espasmos y calambres y a pesar de su intento por levantase, todo resulta ser fallido hasta quedar totalmente inerte.

Mientras que alrededor se escucha el sonar de los instrumentos ,junto con los cantos, dando pie a que el danzante, que tiene sangre en las manos, se convierte de alguna manera en el médium del espíritu del Venado, interpretando así sus pasos y movimientos, los cuales pueden llegar a ser, tímidos, cautelosos, ariscos y juguetones, lo que le dan una característica muy especial y muy colorida a la interpretación de la danza. La danza a de ser efectuada por un indio yaqui al cual sus padres hayan destinado desde la infancia para tal fin. A el niño se le educa desde un principio para que actúe siempre como si fuera un venado e incluso se le da una alimentación especial para que desarrolle un cuerpo esbelto y ágil que le permita imitar mejor los movimientos de este animal.

El venado es un cúmulo de cualidades que tienen armonía en su conjunto, la realidad, la verdad y la belleza; ser danzante-venado es el ideal del indio yaqui. "La danza del Venado es una tradición religiosa y la parte más importante del folklore de los yaquis; es una acción sociocultural, que cuando se observa revive el sentimiento del pasado histórico de los yaquis; es una dramática representación con colorido y fuerza plástica de gran estética y es algo característico del Estado de Sonora"
(Bernardo Elens Habas).



La Danza del Venado

Malichi, malichi, malichi/ Ciervo, ciervo, ciervo
Yeu se gueye cai tuca aniapo/ Al mundo va saliendo de noche
Ca into segua bampo yeyegue/ Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)

Tuca aniapo yeu ne sica saila/ Me salí, mi hermano
Cauni tucatane vichacane yeu/ De noche en su mundo
Ne sica saila/ Más no vi la noche y me fui, hermano
Ca into segua bampo yeyegue/ Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)

Teweli nom u cau na bichaca/ Más no vi la nube azul en el cerro
Caupo ne yeu ne sica saila/ Y me salí, mi hermano
Sewau ne chasime/ Y voy siguiendo la flor
Machi jecapo yeu ne sica/ De día me salí con el viento fresco
Tau na tule saila machiga jecata/ Y en verdad me gustó, mi hermano
Tua na tule saile/ El viento fresco
Machigua jecapo ne yeu ne sica/ Y en verdad me gustó, mi hermano
Sewau ne chasime/ El viento fresco.

Canto Popular Yaqui

sábado, 9 de agosto de 2008

Controversial obra


"2006: HABLAN LAS ACTAS. Las debilidades de la autoridad electoral mexicana"

La extraordinaria obra del conocido académico e investigador del CIDE, José Antonio Crespo, fue presentada ayer viernes en Hotel Gandara por parte de Bulmaro Pacheco (PRI), Manuel Espino Barrientos (PAN) y Juan Manuel Avila Félix (PRD)como comentarisas y bajo la conducción de Doris Arenas (TeleMax).

Por la calidad de la investigación y en apego a la rigurisidad del método científico en ciencias sociales, por su congruencia en el uso metodológico de las estadísticas, esta obra es uno de los primeros trabajos que trata el proceso electoral del 2006 con objetividad e imparcialidad. Este libro favorece la claridad y equidad en los procesos democráticos. Por su profundidad de análisis estadístico descriptivo es un serio esfuerzo para combatir el olvido: No se trata de involucrarse en una interminable y anacrónica carrera de acusaciones polarizantes; más allá de los personajes, el interés del autor está en las instituciones electorales y en el cuestionamiento de su credibilidad de cara al futuro.

Para ello es ineludible reconstruir lo que sucedió. A partir de la actas disponibles, emanadas del IFE y del TEPJF, se analiza un gran número de inconsistencias aritméticas para saber si las autoridades erraron o no al precisar la voluntad del electorado y validar plenamente el veredicto final... ¿Qué dice el libro? ¿Hubo fraude o no? El autor más bien apunta sus miras hacia el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y señala las debilidades del sistema electoral mexicano. El afán es simple: Aprender de los errores de 2006 y así fortalecer nuestra incipiente democracia mexicana.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Interesante libro "La ruptura que viene"

Para más detalles véase la entrevista de Carmen Aristégui al autor del libro, el polémico político Porfirio Muñoz Ledo... Les invitamos a su lectura y reflexión.


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