domingo, 5 de octubre de 2008
miércoles, 17 de septiembre de 2008
A Plena Luz
Septiembre, mes de la Patria: Ecos del Interminable Grito
“Nuestro concepto de Independencia Nacional necesita revisarse a la luz de la economía y la política, junto a sus personajes y protagonistas reales: es tarea inaplazable. Así se podrá rescatar un significado coherente de los festejos patrios, a los que nos entregamos cada año los mexicanos.”
Francisco J. Covarrubias *
Otra vez pegamos “el grito”, entregados a la muy mexicana alegría. Las plazas del país atestadas de gentío, fueron espacios ideales para echar a repique las campanas, al vuelo.
La ocasión lo amerita. Desdibujadas las identidades en un mundo cada día más global el 15 de cada septiembre, posterior a aquél primer desgarrador grito dado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, Cuna de la Independencia Nacional, es todo un ritual de unidad:
Los tambores atronando los espacios, las luces de artificio verdes, blancas y rojas, refulgentes iluminando la oscuridad, cruzando un cielo tachonado de estrellas, fueron apenas la confirmación de que “como México no hay dos”. Las pasarelas de antifaces, el bautizo del confeti multicolor, el bullicio embriagante de risas y carcajadas, los cornetines y espanta suegras, todo, entremezclado, fue preámbulo, preparativo, del momento cumbre en que la muchedumbre gritó jubilosa ¡Viva México!, !Viva México!
De modo casi idéntico la conmemoración del Ser Mexicano se realizó en las ciudades densamente pobladas como el Distrito Federal, Puebla, Guadalajara, Tijuana, Monterrey o Ciudad Juárez, como en las de mediano tamaño: Hermosillo, Culiacán y Aguascalientes, entre otras. Al igual que en las localidades más pequeñas o distantes, se celebró con bombo y platillo, sin distinción de género, raza, credo o condición social.
Realmente ¿qué celebramos?
Los diccionarios básicos definen la independencia como autonomía, emancipación, libertad, integridad, entereza, e incluso como ausencia de toda dependencia. Dado el caso ¿qué clase de independencia festejamos: económica, política, social o cultural? ¿ninguna?
Juzgue el lector si se puede llamar plenamente independiente un país al que después de 300 años de servidumbre a la Corona Española y casi un siglo de anarquía, a posteriori del primigenio grito dado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, le sobrevinieron 32 años de dictadura porfirista y 71 años de simulación democrática, para convertirse luego en una de las naciones más endeudadas del planeta, con una deuda pública externa bruta, de 124, 524 millones de dólares, estimados a enero del 2008 (20.7% del PIB).
¿Entonces, en qué sentido debemos hablar hoy, con propiedad, de soberanía nacional, cuando además cerca del 88.3 % de nuestras exportaciones (122, 906 millones de dólares) van a Estados Unidos de América, y únicamente 3.9% a la Unión Europea, 2.0% a Canadá y 3.8 % a Japón. A lo que se agrega, que en un 55.6 % de nuestras importaciones (82, 535.0 millones de dólares) provienen de nuestros vecinos del norte.
De suerte tal que si los primos americanos no nos compran o no nos venden mercancías, en pocas semanas o meses, nuestro país hipotéticamente se vería orillado a suplicar perdón como lo hizo el Hijo Prodigo, que pecó contra Dios y contra el cielo.
¿Tiene necesidad de vivir así por siempre una nación como la nuestra tan abundante en recursos naturales: con 9 mil 330 kilómetros de costas, 14 puertos marítimos de altura, abundante petróleo que circula en 28 mil kilómetros de oleoducto, gas natural, con plata, cobre, oro, zinc, plomo, madera, bosques y selvas.
Un país que como el nuestro tiene en su juventud la clave de su desarrollo humano: tan sólo la UNAM atendió en el ciclo escolar 2007-2008 una matrícula de 299 723 alumnos, mientras que la Universidad de Guadalajara atendió a 195, 116 estudiantes. Es decir, cerca de 500 mil futuros profesionistas en sólo dos universidades, los que sumados a los de las otras 29 entidades, son casi un millón de potentes cerebros.
¡No puede perecer una Nación tan grandiosa, ni puede ser tan impotente un país! Con tan abundante riqueza cultural e histórica, con habitantes que hablan 66 lenguas indigenas, entre ellas náhuatl, maya, zapoteco, mixteco, tzeltal, otomi, tzotzil, totonaca, mazateco, mazahua, chol, huasteco, purepecha, tarahumara, yaqui, seri, mayo, tojolobal, chinanteco, mixe, tlapaneco, trique, cora y cuicateco. Además del español.
A mitad del mundo globalizado, más nos vale entender que la vida que fluye a través del Ser Mexicano si bien no riñe con la apertura necesaria y razonable a la inversión extranjera y el comercio internacional, tampoco está peleada con la preservación de razonables márgenes de autonomía, irrenunciables en un pueblo soberano.
Una vez transcurrido este aniversario patrio todavía habrá que esperar alcanzar la mayoría de edad característica de la existencia de quienes demuestran vocación auténtica de independencia. Con una expectativa activa, participativa, no conformes con gritar eufóricos o lamentarnos. Cada vez más lejos de la negativa estampa del mexicano borracho, parrandero, mujeriego y jugador con que se nos había etiquetado.@
* Francisco J. Covarrubias: licenciado en Ciencias Políticas, por la Universidad Autónoma Metropolitana, Maestría en Investigación Educativa por la Universidad de Guanajuato, profesor de Ciencias de la Comunicación y de la Especialidad en Comunicación Política de la Universidad de Sonora.
“Nuestro concepto de Independencia Nacional necesita revisarse a la luz de la economía y la política, junto a sus personajes y protagonistas reales: es tarea inaplazable. Así se podrá rescatar un significado coherente de los festejos patrios, a los que nos entregamos cada año los mexicanos.”
Francisco J. Covarrubias *
Otra vez pegamos “el grito”, entregados a la muy mexicana alegría. Las plazas del país atestadas de gentío, fueron espacios ideales para echar a repique las campanas, al vuelo.
La ocasión lo amerita. Desdibujadas las identidades en un mundo cada día más global el 15 de cada septiembre, posterior a aquél primer desgarrador grito dado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, Cuna de la Independencia Nacional, es todo un ritual de unidad:
Los tambores atronando los espacios, las luces de artificio verdes, blancas y rojas, refulgentes iluminando la oscuridad, cruzando un cielo tachonado de estrellas, fueron apenas la confirmación de que “como México no hay dos”. Las pasarelas de antifaces, el bautizo del confeti multicolor, el bullicio embriagante de risas y carcajadas, los cornetines y espanta suegras, todo, entremezclado, fue preámbulo, preparativo, del momento cumbre en que la muchedumbre gritó jubilosa ¡Viva México!, !Viva México!
De modo casi idéntico la conmemoración del Ser Mexicano se realizó en las ciudades densamente pobladas como el Distrito Federal, Puebla, Guadalajara, Tijuana, Monterrey o Ciudad Juárez, como en las de mediano tamaño: Hermosillo, Culiacán y Aguascalientes, entre otras. Al igual que en las localidades más pequeñas o distantes, se celebró con bombo y platillo, sin distinción de género, raza, credo o condición social.
Realmente ¿qué celebramos?
Los diccionarios básicos definen la independencia como autonomía, emancipación, libertad, integridad, entereza, e incluso como ausencia de toda dependencia. Dado el caso ¿qué clase de independencia festejamos: económica, política, social o cultural? ¿ninguna?
Juzgue el lector si se puede llamar plenamente independiente un país al que después de 300 años de servidumbre a la Corona Española y casi un siglo de anarquía, a posteriori del primigenio grito dado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, le sobrevinieron 32 años de dictadura porfirista y 71 años de simulación democrática, para convertirse luego en una de las naciones más endeudadas del planeta, con una deuda pública externa bruta, de 124, 524 millones de dólares, estimados a enero del 2008 (20.7% del PIB).
¿Entonces, en qué sentido debemos hablar hoy, con propiedad, de soberanía nacional, cuando además cerca del 88.3 % de nuestras exportaciones (122, 906 millones de dólares) van a Estados Unidos de América, y únicamente 3.9% a la Unión Europea, 2.0% a Canadá y 3.8 % a Japón. A lo que se agrega, que en un 55.6 % de nuestras importaciones (82, 535.0 millones de dólares) provienen de nuestros vecinos del norte.
De suerte tal que si los primos americanos no nos compran o no nos venden mercancías, en pocas semanas o meses, nuestro país hipotéticamente se vería orillado a suplicar perdón como lo hizo el Hijo Prodigo, que pecó contra Dios y contra el cielo.
¿Tiene necesidad de vivir así por siempre una nación como la nuestra tan abundante en recursos naturales: con 9 mil 330 kilómetros de costas, 14 puertos marítimos de altura, abundante petróleo que circula en 28 mil kilómetros de oleoducto, gas natural, con plata, cobre, oro, zinc, plomo, madera, bosques y selvas.
Un país que como el nuestro tiene en su juventud la clave de su desarrollo humano: tan sólo la UNAM atendió en el ciclo escolar 2007-2008 una matrícula de 299 723 alumnos, mientras que la Universidad de Guadalajara atendió a 195, 116 estudiantes. Es decir, cerca de 500 mil futuros profesionistas en sólo dos universidades, los que sumados a los de las otras 29 entidades, son casi un millón de potentes cerebros.
¡No puede perecer una Nación tan grandiosa, ni puede ser tan impotente un país! Con tan abundante riqueza cultural e histórica, con habitantes que hablan 66 lenguas indigenas, entre ellas náhuatl, maya, zapoteco, mixteco, tzeltal, otomi, tzotzil, totonaca, mazateco, mazahua, chol, huasteco, purepecha, tarahumara, yaqui, seri, mayo, tojolobal, chinanteco, mixe, tlapaneco, trique, cora y cuicateco. Además del español.
A mitad del mundo globalizado, más nos vale entender que la vida que fluye a través del Ser Mexicano si bien no riñe con la apertura necesaria y razonable a la inversión extranjera y el comercio internacional, tampoco está peleada con la preservación de razonables márgenes de autonomía, irrenunciables en un pueblo soberano.
Una vez transcurrido este aniversario patrio todavía habrá que esperar alcanzar la mayoría de edad característica de la existencia de quienes demuestran vocación auténtica de independencia. Con una expectativa activa, participativa, no conformes con gritar eufóricos o lamentarnos. Cada vez más lejos de la negativa estampa del mexicano borracho, parrandero, mujeriego y jugador con que se nos había etiquetado.@
* Francisco J. Covarrubias: licenciado en Ciencias Políticas, por la Universidad Autónoma Metropolitana, Maestría en Investigación Educativa por la Universidad de Guanajuato, profesor de Ciencias de la Comunicación y de la Especialidad en Comunicación Política de la Universidad de Sonora.
jueves, 21 de agosto de 2008
Danza del Venado
Una de las danzas representativas del Estado de Sonora, y que ha caracterizado a nuestra región a través de los años, es la Danza del Venado, llamada también Mazoyiwua. Cuantas veces hemos tenido la oportunidad de observar en algún evento cívico, bailables escolares, desfiles, ferias, eventos culturales, etc., la representación de la Danza del Venado, donde seguramente te has preguntado, ¿cuál es su significado, el porqué de su atuendo y sus movimientos?.
Nosotros al igual que tú nos preguntamos lo mismo, y he aquí los resultados de nuestra investigación: Se trata de una Danza Indígena, la cual se le atribuye a la Cultura Yaqui, a los que podemos encontrar en el Sur del Estado de Sonora.
La indumentaria del venado consiste en un calzón o pantalón, un rebozo que les cubre la frente y la espalda, este se sostiene con un cinturón del que caen pezuñas de venado; en las pantorrillas se enrollan hilos de capullos secos de mariposa que le dan un sonido peculiar a los movimientos de los pies descalzos, podemos observar que en las manos portan dos sonajas de dulce, con las que marcan el ritmo, el danzante se cubre la cabeza con un trapo blanco y coloca, sobre éste, una cabeza disecada de venado, adornada con cintas.
El individuo que la ejecuta ha de representar a un venado al grado de casi convertirse en dicho animal. En cuanto a los instrumentos que son utilizados en esta danza, se encuentran: La "baa-wehai" o bueja (tambor de agua), es un recipiente grande de barro o de madera, esta se queda fija en el asiento, y es llenada de agua hasta el borde, en esa agua se coloca una jícara que flote, ésta tiene un pequeño orificio para sujetarla con un cordón, y así poder controlarla fácilmente con la mano izquierda, sin que flote a la deriva. La jícara se puede percutir por la parte convexa por medio de un pequeño trozo de madera, cubierto de una hoja seca de maíz, que se sujeta con un cordón de ixtle, llamado "baa jiponia" y se toma con la mano derecha.
También están los "hirúkiam" o frotadores hechos de varas de Brasil con algunas ranuras (una es delgada y larga y la otra es lisa y más pequeña), para frotarlos hay que poner una jícara con el corte hacia la tierra que funcionará como caja acústica, y sobre el lado convexo, se coloca uno de los extremos de la vara larga ranurada, mientras que en el otro extremo se sujeta con la mano izquierda y con la mano derecha se hace el frotamiento con la vara pequeña lisa a manera de güiro, produciendo un sonido parecido a la respiración agitada del Venado.
Son dos músicos de "hirúkiam", el primer músico domina los cantos primitivos y los entona en dialecto yaqui. Los instrumentos del danzante, producen sonidos con sabor a tierra, agua y aire, ya que son completamente silvestres y naturales, que impactan profundamente a los espectadores.
La Danza comienza con la música que toca la flauta de carrizo y un tambor, entonces aparece el venado con el sonido de las sonajas, su actitud es imitativa a los movimientos del animal, es entonces cuando inicia una batalla, donde el venado fulminado por la flecha inicia una lucha con la muerte, aunque le faltan las fuerzas y se desvanece, se levanta trémulo, en ese momento se escucha el tambor que representa los latidos del corazón del Venado, este se levanta tembloroso y se niega a morir, siente fuertes sacudidas en su cuerpo, y es donde empiezan los espasmos y calambres y a pesar de su intento por levantase, todo resulta ser fallido hasta quedar totalmente inerte.
Mientras que alrededor se escucha el sonar de los instrumentos ,junto con los cantos, dando pie a que el danzante, que tiene sangre en las manos, se convierte de alguna manera en el médium del espíritu del Venado, interpretando así sus pasos y movimientos, los cuales pueden llegar a ser, tímidos, cautelosos, ariscos y juguetones, lo que le dan una característica muy especial y muy colorida a la interpretación de la danza. La danza a de ser efectuada por un indio yaqui al cual sus padres hayan destinado desde la infancia para tal fin. A el niño se le educa desde un principio para que actúe siempre como si fuera un venado e incluso se le da una alimentación especial para que desarrolle un cuerpo esbelto y ágil que le permita imitar mejor los movimientos de este animal.
El venado es un cúmulo de cualidades que tienen armonía en su conjunto, la realidad, la verdad y la belleza; ser danzante-venado es el ideal del indio yaqui. "La danza del Venado es una tradición religiosa y la parte más importante del folklore de los yaquis; es una acción sociocultural, que cuando se observa revive el sentimiento del pasado histórico de los yaquis; es una dramática representación con colorido y fuerza plástica de gran estética y es algo característico del Estado de Sonora"
(Bernardo Elens Habas).
La Danza del Venado
Malichi, malichi, malichi/ Ciervo, ciervo, ciervo
Yeu se gueye cai tuca aniapo/ Al mundo va saliendo de noche
Ca into segua bampo yeyegue/ Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)
Tuca aniapo yeu ne sica saila/ Me salí, mi hermano
Cauni tucatane vichacane yeu/ De noche en su mundo
Ne sica saila/ Más no vi la noche y me fui, hermano
Ca into segua bampo yeyegue/ Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)
Teweli nom u cau na bichaca/ Más no vi la nube azul en el cerro
Caupo ne yeu ne sica saila/ Y me salí, mi hermano
Sewau ne chasime/ Y voy siguiendo la flor
Machi jecapo yeu ne sica/ De día me salí con el viento fresco
Tau na tule saila machiga jecata/ Y en verdad me gustó, mi hermano
Tua na tule saile/ El viento fresco
Machigua jecapo ne yeu ne sica/ Y en verdad me gustó, mi hermano
Sewau ne chasime/ El viento fresco.
Canto Popular Yaqui
sábado, 9 de agosto de 2008
Controversial obra
"2006: HABLAN LAS ACTAS. Las debilidades de la autoridad electoral mexicana"
La extraordinaria obra del conocido académico e investigador del CIDE, José Antonio Crespo, fue presentada ayer viernes en Hotel Gandara por parte de Bulmaro Pacheco (PRI), Manuel Espino Barrientos (PAN) y Juan Manuel Avila Félix (PRD)como comentarisas y bajo la conducción de Doris Arenas (TeleMax).
Por la calidad de la investigación y en apego a la rigurisidad del método científico en ciencias sociales, por su congruencia en el uso metodológico de las estadísticas, esta obra es uno de los primeros trabajos que trata el proceso electoral del 2006 con objetividad e imparcialidad. Este libro favorece la claridad y equidad en los procesos democráticos. Por su profundidad de análisis estadístico descriptivo es un serio esfuerzo para combatir el olvido: No se trata de involucrarse en una interminable y anacrónica carrera de acusaciones polarizantes; más allá de los personajes, el interés del autor está en las instituciones electorales y en el cuestionamiento de su credibilidad de cara al futuro.
Para ello es ineludible reconstruir lo que sucedió. A partir de la actas disponibles, emanadas del IFE y del TEPJF, se analiza un gran número de inconsistencias aritméticas para saber si las autoridades erraron o no al precisar la voluntad del electorado y validar plenamente el veredicto final... ¿Qué dice el libro? ¿Hubo fraude o no? El autor más bien apunta sus miras hacia el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y señala las debilidades del sistema electoral mexicano. El afán es simple: Aprender de los errores de 2006 y así fortalecer nuestra incipiente democracia mexicana.
miércoles, 6 de agosto de 2008
Interesante libro "La ruptura que viene"
martes, 29 de julio de 2008
Iniciamos con buenas noticias para autores y educadores
Google lanza 'Knol', una base enciclopédica para competir con Wikipedia
Hace 3 días
SAN FRANCISCO, EEUU (AFP) — Google, primer motor de búsqueda en internet mundial, lanzó Knol, una enciclopedia en línea que pretende competir con la líder del rubro, Wikipedia, que se mantiene como uno de los sitios web más visitados en el mundo.
El nuevo servicio, apodado Knol en alusión al vocablo inglés 'knowledge' ('saber') es gratis y está disponible en internet desde el miércoles por la noche.
Pero a diferencia de Wikipedia, que permite que cualquier internauta realice cambios en su base de datos, Google mantiene la autoría del artículo, sea con la firma de un individuo o de un grupo de personas que serán responsables del contenido.
"Es su voz, su opinión. Cada 'knol' tendrá un autor o grupo de autores, que pondrán su nombre para respaldar su material", señalaron el gerente de productos de Google, Cedric Dupont, y el ingeniero de sistemas Michael McNally en un comunicado divulgado en el sitio web del buscador.
Mientras Wikipedia confía en la "sabiduría popular" y parte de la base de que quienes dominan un tema corregirán rápidamente las informaciones inexactas o engañosas, en la versión de Google sólo el autor podrá habilitar a otras personas para contribuir con los contenidos que llevan su firma.
La mayoría de los 'knols' publicados el jueves en knol.google.com se refieren a enfermedades, pero también curiosidades como sugerencias para destapar inodoros y para mejorar las dotes de liderazgo.
Wikipedia es una enciclopedia en línea construida y alimentada por los propios internautas, con sólida presencia entre los diez sitos más populares de internet.
Legado oculto de Kafka podría salir a la luz
A 125 años de su natalicio, manuscritos inéditos son conservados en Tel Aviv
Eva Usi (Especial para La Jornada)
Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883, en Praga
Las obras de y sobre Franz Kafka colman las librerías en Alemania. Asimismo, hay unas 20 mil publicaciones en el mundo, que tratan sobre la vida y obra del autor de La metamorfosis
Hamburgo, 29 de julio. Franz Kafka, uno de los personajes superlativos de la literatura universal, es recordado y celebrado con motivo del 125 aniversario de su natalicio. Exposiciones, simposios, escenificaciones de sus obras y nuevas publicaciones muestran su vida y creación bajo una nueva luz.
Como Shakespeare, Goethe, Dostoievski, Borges o Freud, Kafka es una marca, no necesita nombre de pila. Considerado la figura lingüística más poderosa e influyente de la literatura moderna, el escritor judío alemán nacido en Praga en tiempos del imperio austro-húngaro, publicó en vida un puñado de escritos y hoy sería tal vez conocido sólo en círculos académicos, de no ser porque su amigo y albacea, el escritor austriaco de origen judío, Max Brod, ignoró su voluntad expresa de que fueran quemados sus manuscritos y cartas tras su muerte por tuberculosis en 1924, poco antes de cumplir 41 años de edad.
Brod admiraba a Kafka, a quien llamaba “el gran poeta de nuestro tiempo”. El crítico de arte recopiló buena parte de la obra de su amigo y publicó tres de sus novelas más importantes, que lo lanzaron a la fama póstuma cuando fueron traducidas en Estados Unidos: El proceso (1925), El castillo (1926) y América (1927).
Acervo desconocido
Max Brod abandonó Praga en 1939, huyendo de la ocupación nazi y llevando consigo numerosos manuscritos y cartas de Kafka, que en parte conservó hasta su muerte en 1968, en Israel. Su legado quedó en manos de su amante y secretaria, Ilse Esther Hoffe, quien se opuso rotundamente a abrir el archivo, pero Hoffe murió el año pasado, lo que da esperanzas a investigadores del mundo entero de que por fin pueda ser evaluado dicho legado, el cual se encuentra en un departamento de Tel Aviv.
“Ese legado de Max Brod no sólo es importante por Kafka, sino por toda la época del expresionismo, cuando hubo autores judíos de gran envergadura que escribieron en alemán”, afirma Reiner Stach, uno de los biógrafos de Kafka más renombrados, quien también espera estudiar esos documentos para completar su trilogía sobre la vida del escritor checo, con un tomo sobre su niñez y juventud.
“Hay papeles que son testimonio de sus años de estudiante, pero también cartas y manuscritos de otros escritores y músicos que contienen valiosa información sobre el ambiente artístico de Praga en aquel entonces”, afirma Stach en conversación con La Jornada.
“Alguien debía de haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana”, así comienza El proceso, de Kafka, una de las frases más citadas de la literatura moderna que ha dado pie a numerosas interpretaciones con las que se podría llenar una biblioteca. Sus obras fueron primero traducidas al francés. En Alemania, donde sus libros fueron prohibidos por los nazis, alcanzó fama tardía. Las ediciones de bolsillo aparecieron en las librerías en los años 50, lo que le dio celebridad de la noche a la mañana.
“Ya no se ve su obra desde el punto de vista teórico, como en las décadas de los 60 y 70, cuando sus textos fueron interpretados en relación con el sicoanálisis, el existencialismo, la teología y el estructuralismo. Ahora se lee como literatura, por su lenguaje, sus metáforas y las imágenes de su obra que ocupan un papel central”, afirma Stach, nacido en Sajonia en 1951, quien se hizo aficionado a Kafka desde la edad escolar.
Libro para público no académico
El primer tomo publicado por Stach (2002), Los años de las decisiones, (Ediciones Siglo XXI), que relata la vida del escritor judío alemán de 1910 hasta su muerte, fue aplaudido por la crítica por su empatía histórica y calidad narrativa, que ofrece imágenes panorámicas de la época acompañadas de tomas cercanas que abordan, como en el cine, las escenas más importantes.
“Mi intención era escribir un libro que acercara a Kafka al público no académico y por eso decidí utilizar ciertas técnicas que provienen de la novela, pero nada en el libro es ficción, todo está documentado al detalle”, afirma Stach, quien se valió de las numerosas cartas que escribió el entonces joven abogado y asesor de una compañía de seguros para relatar su relación sentimental con Felice Bauer, mientras en el trasfondo la Primera Guerra Mundial estaba a punto de comenzar.
Kafka leyó a Nietzsche, Byron y Goethe, y le fascinaban los nuevos inventos como el automóvil, el cine y el teléfono. Un artículo escrito por él en el diario praguense Bohemia, sobre un encuentro de aeroplanos en Brescia, es el primer testimonio en la literatura alemana de la prodigiosa técnica.
Su biografía estuvo marcada por la adversidad y una compleja personalidad que sigue sin comprenderse plenamente hoy día; vivió como una tortura su llamado a ser escritor, quiso casarse en tres ocasiones y no pudo mantener una relación de largo plazo con una mujer.
En su diario expresó la angustia de no vivir su vida como hubiera querido y el pánico a perder, por una relación amorosa, el último resto de libertad para escribir. “El coito como castigo a la felicidad de estar juntos” escribió en 1913.
Una escena en particular no podía pasar inadvertida por el biógrafo y es relatada en detalle. En julio de 1914, Felice Bauer, acompañada de su hermana Erna y de su amiga Grete Bloch, cita a Kafka en un cuarto de hotel en Berlín para pedirle una explicación sobre las cartas que envió el escritor a Grete.
En ellas, Kafka duda de su matrimonio con Felice. Ésta sabe de las inseguridades de su prometido, Kafka le escribió unas 350 cartas, a veces más de una diaria. El compromiso entre ambos, festejado seis semanas antes, quedó disuelto.
Kafka se sintió juzgado como en un tribunal, como lo formula en su diario. Esa experiencia que lo marcó profundamente fue el detonador para redactar, apenas un mes después, El proceso, una delirante historia tragicómica en la que un tribunal invisible procesa a Joseph K. por delitos que desconoce.
La metamorfosis, donde Gregorio Samsa amanece un día convertido en un monstruoso insecto, turba y fascina a su público durante las contadas lecturas que realizó Kafka de su obra.
Algunos oyentes pierden el sentido al escuchar fragmentos de En la colonia penitenciaria, que narra con naturalidad una ejecución en la que una máquina de tormento graba el delito sobre la piel del condenado.
Aunque su obra ya provocaba conmoción, nadie imaginó en 1914 que se convertiría en un icono de la literatura del siglo XX.
“En esos años, Kafka tomó decisiones fundamentales en su vida. Por un lado tenía el profundo deseo de concentrarse por completo en la escritura, lo que se vuelve muy claro a partir de 1912, teniendo 29 años. Pero las expectativas de su familia y de sus amigos de que llevara una vida burguesa le provocan un sentimiento de inferioridad, y por eso quería fundar una familia.
Quería casarse con Felice Bauer, pero ella nunca entendió que él estuviera obsesionado por escribir, un conflicto que no tenía solución”, afirma Stach.
Según el experto, Kafka no estaba enamorado de Grete Bloch, quien asumió el papel de intermediaria a pedido de Felice, pero sí supuso una gran satisfacción constatar que podía hablar abiertamente con una mujer.
Con motivo del 125 aniversario del nacimiento de Kafka, Reiner Stach, biógrafo residente en Hamburgo, publicó el segundo tomo de la biografía del escritor checo, en el cual aborda la última fase de su vida, de 1916 a 1924.
Los años del conocimiento (Die Jahre der Erkenntnis) comienza con un nuevo acercamiento con Felice Bauer y un nuevo compromiso matrimonial. “Hubo probablemente un contacto sexual, pactaron que en cuanto terminara la guerra vivirían juntos, pero que Felice seguiría trabajando, lo que permitiría a Kafka continuar escribiendo. Sin embargo, la situación cambió dramáticamente”, afirma el investigador. En 1917 le diagnosticaron tuberculosis pulmonar, lo que era equivalente a una condena de muerte.
“Ya nadie podía presionarlo a que formara una familia, además, la situación que vivía su entorno familiar era catastrófica, que lo marcó tanto como la enfermedad misma”, señala.
Intensa relación con Milena
En 1918 desaparece el Imperio Austro-Húngaro y en su lugar fue fundada Checoslovaquia, donde los alemanes, que tenían bastiones en Praga y Bohemia, eran odiados por los checos, quienes fueron particularmente agresivos hacia los judíos alemanes, a los que responsabilizaron de la guerra.
“En Praga imperaba una situación sumamente hostil y ya no era un hogar para Kafka, quien debió considerar hacia dónde emigrar. Así fue como surgió su acrecentado interés por el judaísmo, el sionismo y su sueño de emigrar a Jerusalén. Aprendió hebreo y los planes para emigrar adquirieron cada vez más importancia”, afirma el historiador.
Según Stach, fue en esos años cuando Kafka escribió textos completamente diferentes a sus narraciones anteriores, que cuentan con un argumento.
Surgen escritos enigmáticos y leyendas, como Informe para una academia o Un mensaje imperial. “Se tiene la impresión de que Kafka ya no narra, sino que reflexiona sobre el mundo, sobre su situación y las alternativas que le quedan y lo decisivo es que reconoce que no tiene que integrarse a la sociedad como los demás, tal vez se percató de que no le quedaba mucho tiempo y esa fue una certidumbre central”, afirma el biógrafo.
Stach narra la relación de Kafka con la joven Julie Wohryzek, con quien estuvo a punto de casarse en 1919. Posteriormente conoce al gran amor de su vida, según el experto, y también tuvo un final desafortunado.
Después de su hermana Ottla, la periodista checa Milena Jesenská, quien tradujo algunos de sus textos al checo, fue la mujer más importante para Kafka, una relación intensa aunque breve, en la que la literatura jugó un papel muy importante.
Traslado a Berlín
En 1923, Kafka se trasladó a Berlín con su nuevo y último amor, Dora Diamant, de origen judío polaco, que hablaba yidish, hebreo y sabía mucho sobre el judaísmo del Este de Europa, lo que interesó vivamente al escritor. “Podían conversar durante semanas, lo que fue para Kafka muy estimulante, pese a que ya se encontraba gravemente enfermo, con fiebre casi diario. Dora lo adoraba, era para ella como un santo”, afirma Stach.
Esos seis meses que vivió Kafka en Berlín escribió apuntes, dejó unos 20 cuadernos al morir que han sido buscados sin éxito en archivos en Berlín, Praga y Moscú.
Max Brod intentó recuperar todo lo que se encontraba en manos de otros: cuadernos, cartas, fragmentos y también escribió a Dora Diamant, quien mintió.
“Dijo que Kafka mismo había quemado todo antes de morir”, afirma Stach.
En 1934, 10 años después de la muerte de Kafka, la Gestapo inspeccionó el departamento de Dora y su marido en Berlín, acusados de comunismo. En esa redada fueron decomisados los cuadernos de Kafka que no llevaban su nombre.
Ese “monstruoso mundo que tengo en la cabeza”, como dijera Kafka, ha sido estudiado febrilmente y generado unas 20 mil publicaciones en el mundo.
Con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, sus obras han sido reditadas en alemán, nuevas publicaciones muestran imágenes hasta ahora inéditas que documentan paso a paso la vida del escritor.
Los medios reflexionan sobre sus célebres frases polisémicas, mientras que su obra es reinterpretada y revisada desde las artes plásticas, el cine, la música y el teatro.
Próximamente un simposio organizado por la Sociedad Kafka, alemana, reunirá a académicos de todo el mundo para analizar su obra en Heidelberg.
Sin embargo, el escritor checo seguirá siendo un misterio y provocando desconcierto.
“Kafka sigue siendo un enigma, lo fue incluso para su mejor amigo, Max Brod, quien no lo entendió en cuestiones fundamentales. Había como una pared de cristal entre Kafka y el resto del mundo, y esa pared sigue existiendo”, afirma Reiner Stach.
En 1904 Kafka escribió a su amigo Oskar Pollak: “Lo que necesitamos son libros que hagan en nosotros el efecto de una desgracia, que nos duelan profundamente como la muerte de alguien a quien hubiésemos amado más que a nosotros mismos (...) un libro tiene que ser el hacha para el mar helado que llevamos adentro”. ¿Habrá intuido que sería él quien escribiría esos volúmenes?
Hace 3 días
SAN FRANCISCO, EEUU (AFP) — Google, primer motor de búsqueda en internet mundial, lanzó Knol, una enciclopedia en línea que pretende competir con la líder del rubro, Wikipedia, que se mantiene como uno de los sitios web más visitados en el mundo.
El nuevo servicio, apodado Knol en alusión al vocablo inglés 'knowledge' ('saber') es gratis y está disponible en internet desde el miércoles por la noche.
Pero a diferencia de Wikipedia, que permite que cualquier internauta realice cambios en su base de datos, Google mantiene la autoría del artículo, sea con la firma de un individuo o de un grupo de personas que serán responsables del contenido.
"Es su voz, su opinión. Cada 'knol' tendrá un autor o grupo de autores, que pondrán su nombre para respaldar su material", señalaron el gerente de productos de Google, Cedric Dupont, y el ingeniero de sistemas Michael McNally en un comunicado divulgado en el sitio web del buscador.
Mientras Wikipedia confía en la "sabiduría popular" y parte de la base de que quienes dominan un tema corregirán rápidamente las informaciones inexactas o engañosas, en la versión de Google sólo el autor podrá habilitar a otras personas para contribuir con los contenidos que llevan su firma.
La mayoría de los 'knols' publicados el jueves en knol.google.com se refieren a enfermedades, pero también curiosidades como sugerencias para destapar inodoros y para mejorar las dotes de liderazgo.
Wikipedia es una enciclopedia en línea construida y alimentada por los propios internautas, con sólida presencia entre los diez sitos más populares de internet.
La UNAM es la número uno en el ranking iberoamericano de la web
Pasa del lugar 59 al 51 a nivel mundial
Pasa del lugar 59 al 51 a nivel mundial
México, 29 Jul (Notimex).- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ocupa el primer lugar en Iberoamérica en el Ranking Mundial de Universidades en la Web.
A nivel mundial, ascendió ocho posiciones al pasar del lugar 59 al 51 en los últimos seis meses. Esa clasificación -elaborada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas con sede en España-, la ubica como número uno en el orbe al Massachusetts Institute of Technology, seguido de Harvard, Stanford, California Berkeley y Pennsylvania.
Entre tanto, la UNAM se posiciona en este ranking -que evalúa las páginas web de cuatro mil instituciones de educación superior del planeta-, por arriba de sus similares de Oslo, Tokio, Edimburgo, Montreal, Glasgow, Florida, Amsterdam y Kyoto, entre otras.
El consejo, a través del Laboratorio de Cibermetría, realiza el análisis cuantitativo de Internet y los contenidos de la red, especialmente de los relacionados con la generación y comunicación académica del conocimiento científico.
En relación con la clasificación de Latinoamérica, después del primer lugar de la UNAM en la región y 51 mundial, la segunda mejor es la Universidad de Sao Paulo, ubicada en el sitio 113 a escala global, se dio a conocer en un comunicado.
La Universidad Estadual de Campinas, Brasil, está en el tercero de Latinoamérica y 212 del orbe; seguida por la Universidad de Chile, en el 214 internacional, y la brasileña Federal de Río de Janeiro, en el 330 de la posición general.
Las mejores universidades de Europa en la clasificación son la de Cambridge, en el sitio 26; el Instituto Tecnológico Suizo, con sede en Zurich, en el 32; de Helsinki, en el 42, y Oxford, en el 47.El ranking analiza el volumen, visibilidad e impacto de las páginas que ofrecen los organismos de educación superior, con énfasis en la producción científica; busca aumentar la divulgación del conocimiento y medir la actividad científica, el rendimiento y la repercusión en la red.
Legado oculto de Kafka podría salir a la luz
A 125 años de su natalicio, manuscritos inéditos son conservados en Tel Aviv
Eva Usi (Especial para La Jornada)
Franz Kafka nació el 3 de julio de 1883, en Praga
Las obras de y sobre Franz Kafka colman las librerías en Alemania. Asimismo, hay unas 20 mil publicaciones en el mundo, que tratan sobre la vida y obra del autor de La metamorfosis
Hamburgo, 29 de julio. Franz Kafka, uno de los personajes superlativos de la literatura universal, es recordado y celebrado con motivo del 125 aniversario de su natalicio. Exposiciones, simposios, escenificaciones de sus obras y nuevas publicaciones muestran su vida y creación bajo una nueva luz.
Como Shakespeare, Goethe, Dostoievski, Borges o Freud, Kafka es una marca, no necesita nombre de pila. Considerado la figura lingüística más poderosa e influyente de la literatura moderna, el escritor judío alemán nacido en Praga en tiempos del imperio austro-húngaro, publicó en vida un puñado de escritos y hoy sería tal vez conocido sólo en círculos académicos, de no ser porque su amigo y albacea, el escritor austriaco de origen judío, Max Brod, ignoró su voluntad expresa de que fueran quemados sus manuscritos y cartas tras su muerte por tuberculosis en 1924, poco antes de cumplir 41 años de edad.
Brod admiraba a Kafka, a quien llamaba “el gran poeta de nuestro tiempo”. El crítico de arte recopiló buena parte de la obra de su amigo y publicó tres de sus novelas más importantes, que lo lanzaron a la fama póstuma cuando fueron traducidas en Estados Unidos: El proceso (1925), El castillo (1926) y América (1927).
Acervo desconocido
Max Brod abandonó Praga en 1939, huyendo de la ocupación nazi y llevando consigo numerosos manuscritos y cartas de Kafka, que en parte conservó hasta su muerte en 1968, en Israel. Su legado quedó en manos de su amante y secretaria, Ilse Esther Hoffe, quien se opuso rotundamente a abrir el archivo, pero Hoffe murió el año pasado, lo que da esperanzas a investigadores del mundo entero de que por fin pueda ser evaluado dicho legado, el cual se encuentra en un departamento de Tel Aviv.
“Ese legado de Max Brod no sólo es importante por Kafka, sino por toda la época del expresionismo, cuando hubo autores judíos de gran envergadura que escribieron en alemán”, afirma Reiner Stach, uno de los biógrafos de Kafka más renombrados, quien también espera estudiar esos documentos para completar su trilogía sobre la vida del escritor checo, con un tomo sobre su niñez y juventud.
“Hay papeles que son testimonio de sus años de estudiante, pero también cartas y manuscritos de otros escritores y músicos que contienen valiosa información sobre el ambiente artístico de Praga en aquel entonces”, afirma Stach en conversación con La Jornada.
“Alguien debía de haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana”, así comienza El proceso, de Kafka, una de las frases más citadas de la literatura moderna que ha dado pie a numerosas interpretaciones con las que se podría llenar una biblioteca. Sus obras fueron primero traducidas al francés. En Alemania, donde sus libros fueron prohibidos por los nazis, alcanzó fama tardía. Las ediciones de bolsillo aparecieron en las librerías en los años 50, lo que le dio celebridad de la noche a la mañana.
“Ya no se ve su obra desde el punto de vista teórico, como en las décadas de los 60 y 70, cuando sus textos fueron interpretados en relación con el sicoanálisis, el existencialismo, la teología y el estructuralismo. Ahora se lee como literatura, por su lenguaje, sus metáforas y las imágenes de su obra que ocupan un papel central”, afirma Stach, nacido en Sajonia en 1951, quien se hizo aficionado a Kafka desde la edad escolar.
Libro para público no académico
El primer tomo publicado por Stach (2002), Los años de las decisiones, (Ediciones Siglo XXI), que relata la vida del escritor judío alemán de 1910 hasta su muerte, fue aplaudido por la crítica por su empatía histórica y calidad narrativa, que ofrece imágenes panorámicas de la época acompañadas de tomas cercanas que abordan, como en el cine, las escenas más importantes.
“Mi intención era escribir un libro que acercara a Kafka al público no académico y por eso decidí utilizar ciertas técnicas que provienen de la novela, pero nada en el libro es ficción, todo está documentado al detalle”, afirma Stach, quien se valió de las numerosas cartas que escribió el entonces joven abogado y asesor de una compañía de seguros para relatar su relación sentimental con Felice Bauer, mientras en el trasfondo la Primera Guerra Mundial estaba a punto de comenzar.
Kafka leyó a Nietzsche, Byron y Goethe, y le fascinaban los nuevos inventos como el automóvil, el cine y el teléfono. Un artículo escrito por él en el diario praguense Bohemia, sobre un encuentro de aeroplanos en Brescia, es el primer testimonio en la literatura alemana de la prodigiosa técnica.
Su biografía estuvo marcada por la adversidad y una compleja personalidad que sigue sin comprenderse plenamente hoy día; vivió como una tortura su llamado a ser escritor, quiso casarse en tres ocasiones y no pudo mantener una relación de largo plazo con una mujer.
En su diario expresó la angustia de no vivir su vida como hubiera querido y el pánico a perder, por una relación amorosa, el último resto de libertad para escribir. “El coito como castigo a la felicidad de estar juntos” escribió en 1913.
Una escena en particular no podía pasar inadvertida por el biógrafo y es relatada en detalle. En julio de 1914, Felice Bauer, acompañada de su hermana Erna y de su amiga Grete Bloch, cita a Kafka en un cuarto de hotel en Berlín para pedirle una explicación sobre las cartas que envió el escritor a Grete.
En ellas, Kafka duda de su matrimonio con Felice. Ésta sabe de las inseguridades de su prometido, Kafka le escribió unas 350 cartas, a veces más de una diaria. El compromiso entre ambos, festejado seis semanas antes, quedó disuelto.
Kafka se sintió juzgado como en un tribunal, como lo formula en su diario. Esa experiencia que lo marcó profundamente fue el detonador para redactar, apenas un mes después, El proceso, una delirante historia tragicómica en la que un tribunal invisible procesa a Joseph K. por delitos que desconoce.
La metamorfosis, donde Gregorio Samsa amanece un día convertido en un monstruoso insecto, turba y fascina a su público durante las contadas lecturas que realizó Kafka de su obra.
Algunos oyentes pierden el sentido al escuchar fragmentos de En la colonia penitenciaria, que narra con naturalidad una ejecución en la que una máquina de tormento graba el delito sobre la piel del condenado.
Aunque su obra ya provocaba conmoción, nadie imaginó en 1914 que se convertiría en un icono de la literatura del siglo XX.
“En esos años, Kafka tomó decisiones fundamentales en su vida. Por un lado tenía el profundo deseo de concentrarse por completo en la escritura, lo que se vuelve muy claro a partir de 1912, teniendo 29 años. Pero las expectativas de su familia y de sus amigos de que llevara una vida burguesa le provocan un sentimiento de inferioridad, y por eso quería fundar una familia.
Quería casarse con Felice Bauer, pero ella nunca entendió que él estuviera obsesionado por escribir, un conflicto que no tenía solución”, afirma Stach.
Según el experto, Kafka no estaba enamorado de Grete Bloch, quien asumió el papel de intermediaria a pedido de Felice, pero sí supuso una gran satisfacción constatar que podía hablar abiertamente con una mujer.
Con motivo del 125 aniversario del nacimiento de Kafka, Reiner Stach, biógrafo residente en Hamburgo, publicó el segundo tomo de la biografía del escritor checo, en el cual aborda la última fase de su vida, de 1916 a 1924.
Los años del conocimiento (Die Jahre der Erkenntnis) comienza con un nuevo acercamiento con Felice Bauer y un nuevo compromiso matrimonial. “Hubo probablemente un contacto sexual, pactaron que en cuanto terminara la guerra vivirían juntos, pero que Felice seguiría trabajando, lo que permitiría a Kafka continuar escribiendo. Sin embargo, la situación cambió dramáticamente”, afirma el investigador. En 1917 le diagnosticaron tuberculosis pulmonar, lo que era equivalente a una condena de muerte.
“Ya nadie podía presionarlo a que formara una familia, además, la situación que vivía su entorno familiar era catastrófica, que lo marcó tanto como la enfermedad misma”, señala.
Intensa relación con Milena
En 1918 desaparece el Imperio Austro-Húngaro y en su lugar fue fundada Checoslovaquia, donde los alemanes, que tenían bastiones en Praga y Bohemia, eran odiados por los checos, quienes fueron particularmente agresivos hacia los judíos alemanes, a los que responsabilizaron de la guerra.
“En Praga imperaba una situación sumamente hostil y ya no era un hogar para Kafka, quien debió considerar hacia dónde emigrar. Así fue como surgió su acrecentado interés por el judaísmo, el sionismo y su sueño de emigrar a Jerusalén. Aprendió hebreo y los planes para emigrar adquirieron cada vez más importancia”, afirma el historiador.
Según Stach, fue en esos años cuando Kafka escribió textos completamente diferentes a sus narraciones anteriores, que cuentan con un argumento.
Surgen escritos enigmáticos y leyendas, como Informe para una academia o Un mensaje imperial. “Se tiene la impresión de que Kafka ya no narra, sino que reflexiona sobre el mundo, sobre su situación y las alternativas que le quedan y lo decisivo es que reconoce que no tiene que integrarse a la sociedad como los demás, tal vez se percató de que no le quedaba mucho tiempo y esa fue una certidumbre central”, afirma el biógrafo.
Stach narra la relación de Kafka con la joven Julie Wohryzek, con quien estuvo a punto de casarse en 1919. Posteriormente conoce al gran amor de su vida, según el experto, y también tuvo un final desafortunado.
Después de su hermana Ottla, la periodista checa Milena Jesenská, quien tradujo algunos de sus textos al checo, fue la mujer más importante para Kafka, una relación intensa aunque breve, en la que la literatura jugó un papel muy importante.
Traslado a Berlín
En 1923, Kafka se trasladó a Berlín con su nuevo y último amor, Dora Diamant, de origen judío polaco, que hablaba yidish, hebreo y sabía mucho sobre el judaísmo del Este de Europa, lo que interesó vivamente al escritor. “Podían conversar durante semanas, lo que fue para Kafka muy estimulante, pese a que ya se encontraba gravemente enfermo, con fiebre casi diario. Dora lo adoraba, era para ella como un santo”, afirma Stach.
Esos seis meses que vivió Kafka en Berlín escribió apuntes, dejó unos 20 cuadernos al morir que han sido buscados sin éxito en archivos en Berlín, Praga y Moscú.
Max Brod intentó recuperar todo lo que se encontraba en manos de otros: cuadernos, cartas, fragmentos y también escribió a Dora Diamant, quien mintió.
“Dijo que Kafka mismo había quemado todo antes de morir”, afirma Stach.
En 1934, 10 años después de la muerte de Kafka, la Gestapo inspeccionó el departamento de Dora y su marido en Berlín, acusados de comunismo. En esa redada fueron decomisados los cuadernos de Kafka que no llevaban su nombre.
Ese “monstruoso mundo que tengo en la cabeza”, como dijera Kafka, ha sido estudiado febrilmente y generado unas 20 mil publicaciones en el mundo.
Con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, sus obras han sido reditadas en alemán, nuevas publicaciones muestran imágenes hasta ahora inéditas que documentan paso a paso la vida del escritor.
Los medios reflexionan sobre sus célebres frases polisémicas, mientras que su obra es reinterpretada y revisada desde las artes plásticas, el cine, la música y el teatro.
Próximamente un simposio organizado por la Sociedad Kafka, alemana, reunirá a académicos de todo el mundo para analizar su obra en Heidelberg.
Sin embargo, el escritor checo seguirá siendo un misterio y provocando desconcierto.
“Kafka sigue siendo un enigma, lo fue incluso para su mejor amigo, Max Brod, quien no lo entendió en cuestiones fundamentales. Había como una pared de cristal entre Kafka y el resto del mundo, y esa pared sigue existiendo”, afirma Reiner Stach.
En 1904 Kafka escribió a su amigo Oskar Pollak: “Lo que necesitamos son libros que hagan en nosotros el efecto de una desgracia, que nos duelan profundamente como la muerte de alguien a quien hubiésemos amado más que a nosotros mismos (...) un libro tiene que ser el hacha para el mar helado que llevamos adentro”. ¿Habrá intuido que sería él quien escribiría esos volúmenes?
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